Indiana ya siente el impacto de los recortes al preescolar
Indiana ya siente el impacto de los recortes al preescolar
Las consecuencias del recorte al programa preescolar estatal “On My Way Pre-K” ya son palpables en Indiana, incluso antes del inicio del nuevo año escolar. La Administración de Servicios Sociales Familiares (FSSA) anunció el mes pasado que el número de niños beneficiarios se reduciría de más de 6,000 a solo 2,500. La decisión, que busca hacer el programa sostenible a largo plazo, ha generado preocupación entre educadores y familias de bajos ingresos.
En centros como el Little Duckling Early Learning Center, en el este de Indianápolis, las aulas vacías reflejan la magnitud del ajuste. Jacqueline Strong, directora del centro, afirma que la caída en inscripciones es significativa y muchas familias trabajadoras han quedado fuera del programa. Además, el reembolso estatal por alumno fue recortado a la mitad, pasando de $300 a aproximadamente $150 semanales, lo que obliga a los centros a absorber el déficit o arriesgar el cierre.
Para Strong, el efecto es más profundo que las cifras: hay padres que han dejado sus empleos al no poder costear el cuidado infantil. “Esto afecta directamente a la fuerza laboral”, asegura. A su juicio, el impacto se extiende más allá de los preescolares, contribuyendo a la escasez de trabajadores que golpea a empresas de todo el estado. Mientras tanto, la presión se acumula sobre centros educativos que intentan sostener un nivel de calidad con menos recursos.
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